BALLENEROS JAPONESES SUSPENDEN CAZA DE BALLENAS.

BALLENEROS JAPONESES SUSPENDEN CAZA DE BALLENAS.: "
Los balleneros japoneses suspendieron su actividad en la Antártida a raíz de las presiones ejercidas por grupos ecologistas y estudian la posibilidad de terminar antes de lo previsto la campaña anual, informó hoy la Agencia de Pesca de Japón.
"El (barco) 'Nisshin Maru', perseguido por Sea Shepherd, suspendió sus actividades desde el 10 de febrero por motivos de seguridad, y nosotros estamos examinando la situación, incluyendo la posibilidad de detener prematuramente su misión", explicó un responsable de esa agencia, Tatsuya Nakaoku.
Los militantes de esta asociación ecologista cuya sede se encuentra en Estados Unidos persiguen todos los años a los balleneros nipones a bordo de sus propios buques para impedir la captura de los cetáceos.
Hoy, el fundador canadiense de la ONG Sea Shepherd, Paul Watson, reaccionó con prudencia. "Si eso es cierto, demuestra que nuestra táctica, nuestra estrategia, tuvieron éxito", declaró por teléfono vía satélite desde su barco "Steve Irwin". "No creo que hayan atrapado a más de 30 ballenas (...). Es seguro que no cazaron muchas más", agregó.
Según un militante de la organización ecologista Greenpeace, aparentemente Japón ya decidió acortar la campaña de este año, no debido al hostigamiento de Sea Shepherd, sino debido a las grandes reservas de carne de ballena. "Informadores nos dijeron que los pescadores regresarían antes de lo previsto", afirmó Junichi Sato, agregando que la captura de 1.000 cetáceos, el objetivo oficial japonés, era imposible de lograr debido a que el barco-fábrica "Nisshin Maru" no tiene la capacidad suficiente.
Las embarcaciones niponas pescan todos los años varios cientos de ballenas en la Antártida en nombre de la "investigación científica", una práctica tolerada por la Comisión Ballenera Internacional que prohíbe la caza comercial de los cetáceos desde 1986.
Austrialia apeló ante la CIJ
Australia apeló en junio pasado a la Corte Internacional de Justicia para obligar a Japón a poner fin a ese programa de cacería, considerando que el archipiélago violaba sus "obligaciones internacionales".
Las autoridades japonesas sostienen que esa pesca forma parte integrante de la cultura nipona, sin ocultar que la carne de ballena termina en los supermercados.
Por su parte, los ecologistas denuncian una práctica cruel e inútil, destacando que esta carne no es muy apreciada en Japón y que las misiones subvencionadas por las autoridades cuestan caras a los contribuyentes.
En enero de 2010, un trimarán de Sea Shepherd naufragó después de un choque con un ballenero japonés. En julio, un ex militante neozelandés de esta organización, el ex capitán del trimarán hundido, fue condenado en Japón a dos años de cárcel con pena en suspenso por haber herido a un marino japonés al lanzar una bomba fétida."