El cuerpo humano brilla emitiendo luz visible en
cantidades 1.000 veces más pequeñas de lo que nuestros ojos son capaces
de percibir, según han comprobado científicos japoneses. Para
demostrarlo usaron cámaras CCD extraordinariamente sensibles, capaces de
detectar la emisión fotones individuales, y filmaron el torso desnudo
de cinco sujetos dentro de habitaciones herméticas en plena oscuridad.
De este modo, el biólogo Hitoshi Okamura y sus colegas de la Universidad
de Kioto (Japón) descubrieron que el brillo corporal no solo es una
realidad, sino que aumenta y disminuye durante el transcurso del día, de
tal modo que el punto más bajo se registra en torno a las 10:00 a.m. y
el más alto a las 4:00 p.m., para descender gradualmente a partir de ese
momento. La luz emitida está ligada a la actividad metabólica, lo que
explica que se modifique con el ritmo circadiano, argumenta Kobaysahi.
Además, el experimento, dado a conocer en la revista PLoS One, reveló que el rostro emite más luz que el resto del cuerpo. Concretamente las zonas corporales que más brillan son la boca y las mejillas. Los científicos lo atribuyen a que la cara está más expuesta a la luz solar y a que la melanina que acumula, que da color a la piel, podría aumentar la producción de fotones.
LIC:RENE DAVILA
Además, el experimento, dado a conocer en la revista PLoS One, reveló que el rostro emite más luz que el resto del cuerpo. Concretamente las zonas corporales que más brillan son la boca y las mejillas. Los científicos lo atribuyen a que la cara está más expuesta a la luz solar y a que la melanina que acumula, que da color a la piel, podría aumentar la producción de fotones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ayúdennos a mejorar con sus criticas reflexivas.